#operabarcelona

Una propuesta expositiva que habla de la efímera actualidad, del fenómeno colectivo de las redes sociales como una manifestación de la época; algo propio de nuestra cultura, la cultura globalizada de fines de la segunda década del siglo XXI. El mundo y sus personas representándose a sí mismas continuamente. Compartir nuestras imágenes en las redes sociales implica entrar a un espacio público, en el que nos reunimos con miles o hasta millones de personas; donde, conductas altamente exhibicionistas desean proyectar una imagen grandiosa del sujeto. Bienvenidos al gran "show del yo", a las efímeras historias, creaciones, imágenes, que millones de personas comparten, compartimos, cada día a través de redes como Facebook e Instagram. Una estructura que beneficia lo bello, lo físico, lo que entra por los ojos, y está ahí, la intimidad como espectáculo alimentado por el autoerotismo del like. Al estar ligado con aspectos de autoerotismo y del placer, incluso un estudio dice que El algoritmo de Instagram prioriza las fotos de desnudos, el sujeto busca estrategias para obtener más y mejores recompensas narcisistas como los "likes", los comentarios, el número de reproducción de videos, quien vio tu historia, etc. y su mecanismo de autorregulación, calma y apacigua la fragilidad de la vulnerabilidad narcisista, con la exhibición simplemente de egolatría, que proyectada en el espejo que constituye la mirada de los otros, solo se ven si son vistos, reconocidos y admirados por los demás. He aquí su gran drama.  
   Pero estos individualismos e íntimos dramas narcisistas ¿Siguen siendo simples vidas representadas o son ya obras? ¿Artísticas?